Tarima Flotante | Maciza
#ParaLosAmantesDeLaMaderaMaciza
Tarima Flotante
Maciza
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Estos suelos están hechos de tablones de madera natural en una sola pieza. Ésta sin duda se trata de una tabla singular, tratada con determinación y detalles que logran hacer del material toda una obra de arte, dejando siempre tus espacios unicos, cálidos, confortables y realistas. Puedes escoger entre muchas opciones, porque cuentas con colores claros, oscuros y medios, unos mucho más exóticos que otros, pero todos con algo en común: elegancia en cada detalle.
Los suelos de madera maciza logran transportarnos y hacernos sentir en esos ambientes donde la naturaleza nos rodea y nos permite sentir la armonía ante un espacio tan puro. Colocarlo en tu dormitorio o salón, será una elección perfecta si lo que buscas es tener una casa cálida y única.
La madera natural nos proporciona lujo en nuestro hogar, llevandonos un trozo de naturaleza a nuestra casa. Podemos encontrar los siguientes tipos de madera:
ARCE
Existen más de 20 especies de este árbol, la mayoría localizadas en Norteamérica. Fundamentalmente, se puede decir que existen dos tipos de madera de arce:
- El arce duro, que podemos encontrar en el sur de Canadá y en el norte de Estados Unidos. El arce duro es más resistente y denso que el arce suave.
- Arce blando o suave, que se localiza en el sur de los Estados Unidos.
El arce es una de las maderas más resistentes y estables dentro de las maderas de tonos claros. Presenta un nivel de oxidación bajo. Debido a su textura, tiene un acabado fácil. Se puede utilizar para fabricar tanto parquet de tablilla como para tarimas flotantes y tarimas macizas.
Es una madera dura y con buenas propiedades mecánicas, gracias a su estabilidad media. La madera de arce es resistente a los impactos y acepta bien el teñido y el barnizado. Presenta un acabado sedoso y con brillo natural. Es una madera de tonalidad clara, con textura fina y uniforme, con zonas de albura de color blanco con tonos rojizos y un duramen de color marrón.
Su densidad oscila entre los 590 kg/m³ en el arce blando y los 700 kg/m³ en el arce duro.
Su fibra es recta y tiene una puntuación de 4,5 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
La madera de arce tiene una gran demanda tanto por su calidad como por su característico colorido.
BAMBÚ
El bambú es originario de Asia donde se utiliza desde hace cientos de años para una gran variedad de usos.
Hoy en día, se está posicionando en un lugar muy importante en el mundo de la construcción y de la decoración por sus múltiples propiedades.
Resistencia, durabilidad y sostenibilidad son sus tres principales virtudes.
El bambú no procede de un árbol, como el resto de las maderas que conocemos, sino de una planta de tallos huecos y nudosos. Su densidad oscila entre los 500 y los 850 kg/m3.
Como no es una madera, no tiene albura, ni duramen, ni anillos de crecimiento ni su dureza está medida por ningún test de clasificación de las maderas.
El bambú presenta colores claros en su estado natural, similar a los de la madera de pino y marrones pardos cuando es sometido a un proceso conocido como tostado. Es una madera muy resiste a los golpes, más incluso que el roble. También es muy resistente a la humedad y presenta una gran estabilidad dimensional. Por todas estas razones, el bambú es una opción muy interesante para su utilización en suelos. Además es resistente, tiene un precio asequible y precisa poco mantenimiento.
Actualmente ha aumentado considerablemente el interés por los suelos de bambú ya que se trata de un material ecológico y sostenible. Una de sus mejores ventajas es que se trata de una planta que crece muy rápido. En unos cinco años puede alcanzar más de 25 metros de alto y 30 cm de diámetro. Para hacernos una idea, otras especies necesitarían más de 20 años para tener estas medidas.
En sus 7 primeros años de vida el bambú crece hacia abajo, desarrollando sus raíces y, cuando estas son fuertes, es cuando empieza a crecer hacia arriba. El bambú es una planta que no necesita ser replantada ya que crece fácilmente de manera natural en cualquier sitio. Y, aunque se tale, sigue creciendo. De ahí que se le considere el futuro ecológico ya que contribuye a preservar los bosques y evitar la deforestación. Una vez cortado, el bambú vuelve a crecer hasta alcanzar los 30 metros de altura en seis meses.
El bambú no contiene resinas ni ácidos tánicos y tiene una densidad de 760 kg/m³.
Estéticamente, ofrece una imagen diferente y actual gracias a su composición alistonada. Se trata de un recurso ilimitado. Puede crecer hasta 32 metros en un mes, 1 metro al día o 5 centímetros en una hora. Soporta temperaturas extremas y dilata y contrae menos que la mayoría de las maderas debido a su composición en tiras individuales.
BUBINGA
Madera originaria de África, también se la conoce como Palisandro Africano. La madera de bubinga se caracteriza por su belleza y resistencia.
Tiene un color rojizo claro en la albura y rojo más intenso en el duramen, con unas características venas purpúreas, que van apagándose con el tiempo. Su fibra es recta y tiene una densidad muy alta, de 920 kg/m³. Está catalogada como madera muy dura en el test de Monnin, con una puntuación de 10,2. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos. La bubinga es una madera que se puede utilizar tanto en interior como en exterior.
CASTAÑO
El castaño es un árbol propio de la Península Ibérica, que puede encontrarse también en varios países europeos y asiáticos. La madera de castaño es una madera estéticamente muy atractiva, que se puede utilizar tanto en ambientes rústicos como modernos.
Es una madera blanda, estable y poco nerviosa, con una gran estabilidad dimensional frente a los cambios de humedad.
Gracias a su composición con alto contenido en taninos y a su baja permeabilidad, el castaño es una madera de gran durabilidad. La madera de castaño es resistente, flexible y su aspecto mejora con el envejecimiento. Es una madera ligera, con una densidad de 590 kg/m³.
Su fibra es recta, con ondulaciones. La albura de la madera de castaño tiene colores blanco amarillentos que oscurecen con el tiempo a un tono oro viejo. El duramen es de un color marrón claro.
El castaño tiene una puntuación de 2,5 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Presenta buena resistencia a los hongos y a los insectos. La madera de castaño es fácil de trabajar. Se utiliza en la fabricación de suelos, fundamentalmente por su estabilidad.
CEREZO
La madera de cerezo es una madera muy particular y llamativa por su color rojizo y por su vistoso veteado.
Podemos distinguir dos tipos de madera de cerezo:
- El cerezo europeo, característico de Europa, Asia Occidental y del Norte de África y el cerezo americano, que procede de bosques de Canadá y de Estados Unidos.
- El cerezo americano es más oscuro que el cerezo europeo. El cerezo europeo es más denso y resistente.
La madera de cerezo ofrece unas tonalidades muy particulares. La albura es de un tono rosa pálido y el duramen puede ser desde rosado a rojizo o marrón. Con el tiempo tiende a oscurecer. Presenta una textura lisa y unas vetas finas. Tiene un brillo natural y acepta perfectamente el barnizado. Es un tipo de madera que aporta calidez y crea ambientes acogedores.
Se trata de una madera semidura, de unos 620 kg/m³, de fibra recta y grano fino. Su puntuación en el test de Monnin es de 4,3. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
La madera de cerezo se mecaniza y se clava bien y acepta perfectamente el barnizado y el cepillado. Es firme y elástica. Sin embargo, requiere mayor mantenimiento que otras maderas y no se adapta bien a los cambios de temperatura ni a la humedad. Por esta razón, se puede utilizar en interiores con una temperatura estable pero no es adecuada para exterior.
DOUSSIE
Se trata de una madera tropical originaria del centro y oeste de África. También se le conoce como vitacola o afzelia.
Es una madera de gran estabilidad, durabilidad, calidad y belleza. Presenta una densidad de 790 kg/m³ y una dureza de 7,4 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
La madera de doussie tiene una fibra recta y, ocasionalmente, entrelazada. Ofrece tonos que van desde el blanco al amarillo pálido en la albura y un duramen que torna de un marrón dorado a un marrón rojizo.
El doussie no es una madera fácil de trabajar por sus fibras entrelazadas y presenta problemas cuando se trata con algunos barnices por sus depósitos de goma. El doussie se utiliza tanto para el interior como para el exterior.
ELONDO
Conocida también como el roble africano, la madera de elondo procede de algunas zonas de África y de países de Asia como India o Nepal. Desde 2017 está considerada como especie protegida.
Es una madera muy resistente y dura, con una densidad de 920 kg/m³. Su fibra es recta y con frecuencia enlazada. Tiene una puntuación de 9,2 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Se trata de una madera de una gran riqueza cromática. Sus colores característicos son los tonos claros, amarillos y rosas en la albura y un color marrón en el duramen, con tonos amarillentos y rojizos. Presenta múltiples variaciones de color incluso en la misma pieza. La madera de elondo es una madera difícil de trabajar debido a su dureza. Se utiliza para fabricar suelos tanto de interior como de exterior, gracias a su dureza, a sus propiedades técnicas y a sus tonalidades características.
FRESNO
La madera de fresno, a diferencia del haya o del arce, que presentan unas vetas muy características y marcadas, es una madera más expresiva debido a la diferencia de sus anillos de crecimiento. Por lo que a la utilización para fabricar suelos se refiere, podemos distinguir dos tipos de madera de fresno:
- El fresno europeo, propio, fundamentalmente, de Europa Occidental
- El fresno americano, que podemos encontrar en el este de Estados Unidos. El fresno americano es algo más denso y resistente que el europeo.
La madera de fresno se utiliza para la fabricación de suelos por la expresividad de sus vetas, de apreciada belleza. Los suelos de fresno aportan amplitud y luminosidad a cualquier estancia.
Es una madera muy elástica, dura, tenaz y fina al tacto. Al ser una madera clara, admite muy bien el tintado. Presenta una fibra recta y una densidad de 690 kg/ m³. Tiene una puntuación de 4,2 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
La madera de fresno ofrece un color claro, casi blanco, en la zona de albura y tonos de color café en el duramen. Se puede utilizar tanto para fabricar parquet de tablilla, como tarima flotante o tarima maciza.
GRONFOLO
También conocida como Mandioqueira, es una madera que procede de América del sur, fundamentalmente de la cuenca del Amazonas y de las Guayanas.
Es una madera semi pesada, nerviosa y semi dura, difícil de trabajar por su fibra entrelazada y por su contenido en sílice.
El gronfolo presenta una albura blanca grisácea y un duramen entre pardo rosado y pardo rojizo. Ofrece un acabado con un brillo moderado.
HAYA
El origen de la madera de haya es casi exclusivamente europeo, pudiéndose encontrar en países como Francia, Italia, Suiza, Alemania, Austria y Polonia. Es una madera muy utilizada gracias a las explotaciones forestales sostenibles. Puede alcanzar los 40 metros de altura y vivir más de 250 años. Se trata de una especie frondosa, dura y pesada.
Presenta un color rosado-anaranjado que, con el tiempo, se torna a rojizo amarillento. Ideal para estilos nórdicos. En ocasiones, esta madera puede ser sometida a un proceso de vaporizado que la oscurece, alcanzando tonos más anaranjados, constituyendo la conocida Haya Vaporizada.
Es una madera semidura, más blanda, por ejemplo, que el roble, debido a sus vetas finas. Tiene una fibra recta y una densidad de 720 kg/m³, con una puntuación en el test de Monnin de 4. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Aunque, como hemos dicho, su localización se centra fundamentalmente en Europa, actualmente se puede distinguir entre el haya europea y el haya americana. El haya europea tiene mejores propiedades elásticas y mecánicas y es más resistente. También tiene un color algo más oscuro.
Es una madera que se puede trabajar bien en el proceso de clavado y mecanizado y ofrece un acabado fácil ya que toma muy bien los tintes. Su cepillado es sencillo y el clavado y atornillado se realiza sin dificultades. Sin embargo, es una de las maderas más vulnerables a la humedad.
Se puede utilizar para fabricar suelos tanto de tablilla pequeña o parquet como para tarima flotante o tarima maciza. El proceso de vaporizado también reduce las tensiones propias de esta madera y, por tanto, los riesgos de deformaciones.
IPE-LAPACHO
Madera tropical, originaria de Centroamérica y América del sur. En Brasil es, incluso es, un símbolo nacional. Se caracteriza por su extraordinaria dureza y resistencia, razones por las que también es conocida como Iron Wood (madera de hierro).
España es el quinto país importador a nivel mundial de este tipo de madera. Es una madera muy elegante y que precisa poco mantenimiento.
Se trata de una madera muy densa, de 1.050 kg/m³. Tan densa, que no podría flotar en el agua. Su fibra es recta y a menudo, entrelazada. Tiene una puntuación de 14,6 en el test de Monnin, lo que la sitúa a la cabeza de las maderas calificadas de muy duras. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Su albura es de tonos amarillentos y el duramen presenta tonos que van desde el marrón amarillento hasta el marrón oscuro. Sus vetas son poco pronunciadas y agradables a la vista. El ipe es una madera de gran durabilidad y muy resistente a los hongos y a los insectos. Resulta difícil de trabajar, debido a su dureza. Uno de sus usos más habituales es para la fabricación de tarimas, tanto de interior como de exterior. Es una madera muy elegante y que requiere poco mantenimiento. Ofrece una gran resistencia al desgaste, a la intemperie y a los golpes.
IROKO
La madera de Iroko procede del centro y del este de África. Su aspecto es similar a la madera de teca y de ahí que se la conozca como la teca africana.
El árbol de iroko puede alcanzar los 40 metros de altura y más de un metro de diámetro. Se trata de una madera muy demandada para fabricar suelos de parquet y tarima, además de por sus propiedades estéticas, por su estabilidad, dureza y durabilidad. Es una madera dura y resistente, especialmente a la tracción, compresión y flexión. De todas las maderas tropicales, es la más dura.
Gracias a sus propiedades, es apta para interior y para exterior. En su aplicación para suelos, su belleza reside en sus tonalidades naturales y elegantes que van de un tono amarillo claro en la albura a tonos marrones, casi dorados, en el duramen. Ofrece una gran variedad de tonos recién cortada, incluso en piezas de un mismo árbol. La exposición al sol hace que cambie de color rápidamente.
Es una madera semi dura, densa, estable y resistente. Su fibra es recta y entrelazada y tiene una densidad de 650 kg/m³. Su puntuación en el test de Monnin es de 3,9. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos. La madera de iroko se trabaja muy bien y permite el aserrado y el clavado sin problemas.
JATOBA
La madera de jatoba procede de países de Centroamérica, Sudamérica y de otros países del Caribe y de las Antillas. También se la conoce como Brazilian Cherry o cerezo de Brasil, por su parecido cromático al envejecer.
Se caracteriza por su gran dureza, durabilidad, versatilidad y por la elegancia de su colorido. Presenta un color pardo medio, que varía de rojo a anaranjado, con una mezcla de tonalidades de una gran riqueza cromática. Con el tiempo, se va oscureciendo, adoptando un tono rojizo intenso, con un brillo dorado marcado por líneas de color marrón oscuro. Por esta razón, es considerada una de las maderas más elegantes que existen actualmente. Permite crear ambientes muy vivos y de personalidad muy marcada. La recomendamos para estancias con mucha luz natural.
En Europa y en Norteamérica se utiliza fundamentalmente para la fabricación de suelos. Idónea para parquet de tablilla, peldaños, tarima maciza y tarima flotante. Es una madera estable aunque algo nerviosa.
Tiene una fibra recta y una densidad de 950 kg/m³. Su puntuación en el test de Monnin es de 10,5, por lo que está dentro del grupo de las maderas muy duras. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
No es una madera fácil de trabajar debido a su gran dureza. Posee una gran resistencia a la humedad y al agua por lo que también es una madera muy apreciada para exteriores ya que, además de esta resistencia a la humedad, también resulta muy resistente a los hongos y a los insectos.
MERBAU
La madera de Merbau es originaria del sudeste asiático, de Oceanía y del Este de África y es una de las maderas tropicales más apreciadas estéticamente y por su gran calidad. En la actualidad se considera una especie vulnerable ya que se ha perdido gran parte de la masa forestal, rozando el que pueda ser catalogada como una especie en peligro de extinción.
Se trata de una madera de gran elegancia y personalidad con un particular color rojizo cálido. El merbau es una madera de gran calidad, estabilidad, dureza y resistencia. Se utiliza fundamentalmente para fabricar parquet de trablilla pequeña y tarima, tanto flotante de madera multicapa, como maciza. Su alta estabilidad se debe a la escasa contracción y dilatación de sus tablas. Aunque puede utilizarse en exteriores, su uso principal es en el interior. Presenta tonalidades anaranjadas, que oscurecen a un marrón rojizo. Tiene unas venas o depósitos amarillentos muy característicos que permiten reconocerla fácilmente. Su tacto es sedoso.
Su fibra es recta y tiene una densidad de 810 kg/m3. Está catalogada como una madera dura en el test de Monnin con un 6,4. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos. La madera de merbau es una madera difícil de trabajar debido a su dureza y a la presencia de sílice en su composición, que desgasta rápidamente la máquina de trabajo.
MONGOY
El mongoy es una madera tropical que proviene del centro y del oeste de África. Es una madera pesada, dura y nerviosa. El mongoy es una madera de gran belleza. Presenta un color amarillo pálido en la albura y un duramen con tonalidades marrones, ligeramente grisáceas. En ocasiones puede presentar vetas de color gris negruzco.
El árbol de mongoy tiene un tronco de diámetro pequeño por lo que no se pueden obtener piezas para fabricar lamas anchas. Tiene una fibra recta y una densidad alta, de 820 kg/m³. Su calificación en el test de Monnin es de 7,5. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
El mongoy es una madera difícil de cepillar y de aserrar debido a su dureza.
NOGAL AMERICANO Y EUROPEO
Podemos encontrar bosques de nogal principalmente en Asia, Europa central y en la zona este de América del Norte. La madera de nogal posee unas tonalidades y un veteado muy característicos, con tonos entre rojizos y marrones, según la pieza de madera que se trabaje. Está considerada una de las maderas más duras y estables y más resistentes al paso del tiempo.El nogal es una de las maderas más cotizadas por sus propiedades estéticas y por su facilidad de tratamiento.
Presenta un veteado espectacular y se la considera una de las maderas más caras del mundo. Se diferencia de otras maderas porque es una madera fácil de trabajar, por sus acabados casi perfectos y por su estética, con vetas y tonalidades que van del gris al marrón oscuro, casi negro. La albura suele ser de un color grisáceo o amarillo y el duramen es de color pardo rojizo o color café.
La madera de nogal tiene una fibra recta y una densidad de 650 kg/m3. Está considera como una madera semi dura en el test de Monnin con una puntuación de 3,8. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Ofrece gran resistencia al paso del tiempo y gran estabilidad a los cambios de temperatura y a la humedad. El nogal es una madera fácil de trabajar y soporta bien los tintes y los barnices. Existen muchos tipos de nogales pero los más conocidos para la fabricación de suelos son el europeo y el americano. España ha poseído, hace algunas décadas, gran cantidad de nogales pero, en la actualidad, es una madera escasa en nuestro país.
El nogal europeo tiene un brillo muy especial y unas vetas muy pronunciadas. Es una madera resistente y de gran calidad. Su albura es de color amarillo ocre y su duramen, castaño.
El nogal americano proviene del norte y del este de Norteamérica. Es una madera fuerte, densa y resistente a los golpes. La corteza de este árbol es de un color marrón oscuro, casi negro. El nogal americano puede alcanzar los 60 metros de altura y un diámetro de 2 metros.
Su duramen es de color pardo rojizo o chocolate y la albura varía desde al blanco al amarillo claro o marrón amarillento. Cuando se vaporiza, su color cambia a un tostado cálido, que es como se suele encontrar en el mercado o teñido, para igualar el color del duramen y el de la albura. Su fibra es recta y tiene una densidad de 610 kg/m3. Su puntuación en el test de Monnin es de 3,6.
Nogal Americano
Nogal Europeo
PANGA
La panga es una madera procedente del centro, este y oeste de África. La madera de panga se suele confundir con la madera de wengué ya que presentan muchas similitudes. Si bien, la madera de panga es menos densa y menos resistente. Es una madera dura, pesada y nerviosa.
La panga presenta una albura más pálida que el wengué y tiene el mismo tipo de veta. El duramen varía del pardo oscuro al negro violáceo, con finas vetas pardas. Su fibra es recta y es resistente a la acción de los hongos y las termitas.
PINO ALERCE
El pino alerce es una madera procedente del centro y del este de Europa. En España podemos encontrarla en la zona noreste peninsular. Es una madera muy resistente a las condiciones climatológicas adversas, sobre todo al frío.
El pino alerce tiene un color amarillento muy característico e identificable. La madera de pino alerce tiene una densidad de 590 kg/m³ y una dureza de 3,8 en el test de Monnin, en el que está clasificada como madera semi dura. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Presenta una fibra recta y es fácil de trabajar salvo cuando tiene resina. La albura ofrece tonos claros y blancos y el duramen tiene tonos pardos y rojizos. El pino alerce es una madera muy resinosa y, gracias a ello, muy resistente a la humedad.
PINO LANDAS
Pino Landas es una forma de denominar al pino marítimo o gallego. Es una variedad del pino Pinaster. Originaria del Sur de Francia, adopta su nombre del bosque de las Landas, en Francia, donde se encuentra este tipo de árbol, que es el bosque más grande de Europa Occidental y que está compuesto principalmente de pino Pinaster. El boque de las Landas, a diferencia de otros bosques, está creado por el hombre con fines industriales.
Se trata de una madera blanda, semi ligera y con una densidad de 530 kg/m3. Su puntuación en el test de Monnin es de 2,45. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
Presenta una fibra recta y es una madera fácil de trabajar. La madera de pino landas ofrece un color amarillo, tanto en su albura, de tonos amarillos claros, como en su duramen, de tonos amarillos anaranjados.
PINO MELIS
El pino Melis es una madera que procede del sur de Europa y del sureste de América del Norte. Antiguamente se llamaba Pino Melis a un conjunto de especies de pinos europeos que poseían unas características parecidas y también particulares, como anillos muy marcados y bastante diferencia de color entre la albura y el duramen.
Se trata de una madera semidura, con fibra recta y con una densidad de 470 kg/m³. Su puntuación en el test de Monnin es de 5,4. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
En cuanto a su color, la albura es de color blanco amarillento o amarillo claro y el duramen va desde un amarillo anaranjado a un marrón rojizo. La característica más distintiva de esta madera son sus anillos muy marcados. Es una madera fácil de trabajar y presenta un acabado fino. La madera de Pino Melis contiene trementina, sustancia que la hace muy resistente a la carcoma.
ROBLE
La mayoría de los suelos de madera de uso doméstico son de roble. Es una madera que ofrece grandes prestaciones ya que permite muchos acabados para cambiar su tono original gracias a los tintes o para cambiar su estructura, gracias a la técnica del cepillado. El roble es una madera dura, resistente, tenaz y poco alterable. Es fácil de instalar y soporta bien el lijado, el clavado y el atornillado.
Se adapta a todos los tipos de decoración, desde ambientes modernos hasta ambientes rústicos, clásicos o eclécticos ya que es una de las maderas que más transformaciones admite para poder dar a nuestra decoración un toque personal, mediante técnicas como el barnizado, aceitado, lacado, tintado, aserrado, etc.
En cuanto a su origen, podemos encontrar bosques de roble en Norteamérica, Canadá, Japón, Norte de África y en el Norte de Europa. En España, la mayor abundancia de bosques de roble se da en Galicia, Cantabria, País Vasco y en Cataluña. Son árboles de lento crecimiento que alcanzan los 40 metros de alto y hasta 3 metros de diámetro.
Existen muchas variedades de madera de roble. Algunas de las más comunes son: el Roble Europeo, que podemos encontrarlo desde el norte de España hasta Noruega; el Roble Americano Blanco, natural del este de Estados Unidos. Presenta un tono marrón claro y su albura puede llegar a ser blanca; el Roble Rojo Americano, de color marrón claro con líneas rojizas; el Roble Albar, que suele ser mucho más blando que los demás y el Roble Francés, de color amarillento a marrón oscuro, el roble francés es una madera dura y de nudos pequeños, ideal para trabajos de carpintería de calidad.
La madera de roble tiene unas buenas características mecánicas y una buena resistencia a la humedad. De hecho, antiguamente, se utilizaba la madera de roble para fabricar barcos. En función de las zonas de albura que presente, del tamaño de sus nudos, de las grietas, fendas, etc, podemos encontrar calidades más selectas o más rústicas dentro de la madera de roble, para adaptarse a los distintos gustos o estilos decorativos.
En cuanto a la tonalidad, el color de la madera de roble varía mucho, dependiendo del origen de la madera y de la especie del roble del que proceda. Podemos encontrar tonalidades naturales que van desde los marrones claros a los oscuros, pasando por los tonos amarillos, rojizos o blanquecinos. El color dependerá de la albura, que es la parte externa del tronco y del duramen, que es la parte central.
La resistencia a los golpes es otra de las virtudes de la madera de roble. De ahí que sea una madera muy utilizada para fabricar suelos. Y también porque se adapta con facilidad a los cambios de temperatura. El roble es una madera con una densidad de unos 710 kg/m³. Es una madera semi pesada, de grano grueso y de fibra recta. Presenta una calificación en el test de Monnin de 5,8, lo que la sitúa en el grupo de las maderas semi duras. El test de Monnin mide la profundidad de la huella que causa un cilindro de acero de 30 centímetros de diámetro en unas condiciones de carga concretas. Es el más utilizado en Europa para catalogar la dureza de las maderas.
La madera de roble es una de las más bellas y que menos manipulaciones necesita para transformarla. Es elegante, atemporal, resistente y de sencillo cuidado y mantenimiento. Sin duda, una elección acertada para tu próximo suelo.
SUCUPIRA
Madera tropical procedente de países de Sudamérica como Brasil, Venezuela o Colombia. Al igual que ocurre con la madera de Ipe, se trata de una madera de gran dureza, apta para interiores y para exteriores. Es una madera muy densa, de 910 kg/m³. Tiene una puntuación de 9,4 en el test de Monnin. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos. Presenta una fibra recta, que en muchas ocasiones es entrelazada.
La albura es de color blanco grisáceo y el duramen ofrece unos tonos que pueden oscilar entre los tonos marrones a los rojizos. Se trata de una madera muy dura frente a los golpes y muy resistente a la humedad, los hongos y a los insectos. Fundamentalmente se utiliza para fabricar tarimas, tanto de interior, macizas o flotantes, como de exterior. Además de sus propiedades técnicas, la gran riqueza de sus contrastes de color hacen de la sucupira una madera muy atractiva.
TAUARÍ
Originaria de América central y de América del sur, es también conocida como Roble Brasileño. Es una madera pesada, con una densidad de 660 kg/m³. Su fibra es recta.
Está considerada como una madera blanda en el test de Monnin con una puntuación de 2,7. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
La madera de tauarí presenta variaciones de color importantes entre las piezas. El duramen y la albura son de color blanco amarillento, tirando a rosado. Su superficie es suave y brillante. Se trata de una madera fácil de trabajar y está indicada para suelos de interior.
TECA
Considerada como la Reina de las Maderas por su grandísima calidad, la madera de teca es originaria de la India, Birmania, Tailandia y Laos, aunque, hoy en día, también se puede encontrar en zonas de África y del centro y sur de América. En la actualidad, se consume más madera de teca de la que se produce en los bosques naturales y por esta razón se está recurriendo a producirla en plantaciones.
Presenta una albura blanquecina y un duramen con tonos amarillos y de color bronce. Tiene un tacto aceitoso. Su fibra es recta y, en ocasiones, ondulada.
La madera de teca tiene una densidad de 570 kg/m3. Se considera una madera semi pesada y de dureza media o semi dura. Su calificación en el test de Monnin es de 4,2. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos. La teca es una madera muy resistente y ofrece una gran durabilidad.
Es muy estable, no se agrieta y es resistente a los hongos y a los insectos gracias a sus resinas naturales. Se podría dejar a la intemperie sin aplicarle tratamiento alguno gracias a la protección que le confieren sus aceites naturales. Es una de las maderas que presentan mayor durabilidad. En este aspecto es donde más se aprecia la diferencia entre la madera de teca de plantación y la que crece en bosques naturales.
WENGUÉ
La madera de wengué procede fundamentalmente de África oriental. Debido a la explotación que han sufrido los bosques de este tipo de madera, se trata de una especie con disponibilidad escasa y considerada como especie amenazada, razón por la cual el precio de esta madera es muy elevado.
Se trata de una madera con un color muy característico y fácilmente identificable. Resiste bien a la humedad. El wengué es una madera dura, resistente y muy densa, de 865 kg/m³. Su calificación en el test de Monnin es de 9,1. El test de Monnin es el ensayo más utilizado en Europa para medir la dureza de las maderas. La clasificación abarca desde las maderas muy blandas, como la madera de balsa, con una puntuación de 0,2 hasta las maderas muy duras, como el Ipe, con 14,6 puntos.
En cuanto a su color, la albura es ligeramente blanquecina y el duramen de color pardo oscuro o negro. Presenta unas vetas llamativas y muy peculiares. Además, con el tiempo, se oscurece aún más. La madera de wengué es difícil de trabajar debido a su dureza.
Si quieres darle a tu hogar mucha calidez con un nivel superior, no dudes en optar por un suelo de madera maciza, tendras la naturaleza bajo tus pies, no podrás resistirte a caminar descalzo sobre ella, sobre todo, si cuentas con un sistema de calefacción radiante.
A diferencia del parquet de tablilla pequeña, que también se instala pegado a la solera, la tarima maciza es una pieza de madera de un tamaño más grande, de un grosor superior y con todo su espesor de madera noble, condición que la distingue de la madera multicapa, en la que, de su espesor total, sólo una capa de unos 3 milímetros es madera noble.
Los suelos de madera maciza son suelos de una gran belleza, cálidos y confortables, con un acabado único, de los que podrás disfrutar personalmente y que también elevarán el valor de tu propiedad cuando quieras venderla. De entrada quizás pueda parecer un producto caro si se compara con otros derivados de aspecto similar, como las tarimas flotantes, multicapa o laminadas. Pero si tenemos en cuenta que se puede lijar y barnizar en varias ocasiones, resulta, a la larga, mucho más rentable ya que no tendremos necesidad de cambiarlo por otro pasados unos años.
La madera, además, es un elemento ecléctico, que queda bien en todos los tipos de decoración, impregnando las estancias de elegancia, belleza, distinción y confort, ya sea en un entorno clásico o moderno. Una de las mejores cualidades de la madera maciza es su longevidad ya que la madera maciza es un suelo para toda la vida, que puede repararse y renovarse.
Aporta una importante absorción acústica puesto que reduce las reverberaciones del sonido.
Es un producto 100% natural, sostenible y ecológico ya que la madera es renovable. También es antiestática por naturaleza.
La madera maciza es resistente a los arañazos. Cuanto mayor sea el grosor de la madera mayor posibilidad de repararlos. Se puede lijar y barnizar y volver a tener un suelo tan nuevo como el primer día.
También debemos destacar su calidez y su capacidad aislante. Son suelos ideales tanto para mantener el calor en invierno como el frescor en verano. La madera acumula el calor y luego lo transmite por lo que son suelos perfectos para instalaciones sobre sistemas de calefacción radiante.
Desde el punto de vista técnico del producto, se pueden utilizar distintas maderas, como el roble, la jatoba, el iroko, el haya, etc, con diferentes acabados, cepillados, envejecidos, agrietados, barnizados, aceitados, lacados… y, dentro de las maderas, es posible hacer selecciones dependiendo de los nudos, las zonas de albura, la homogenización del color o el carácter de las vetas. Los espesores suelen oscilar entre los 10 y los 22 milímetros.
En cuanto a los acabados, la madera maciza puede venir terminada de fábrica o tratarse en obra, una vez finalizada su instalación. Hoy en día, lo más habitual es que ya vengan terminadas puesto que, aplicar el barniz o el aceite de manera industrial, aumenta su resistencia. El aceite protege la madera saturando el poro. Es un producto natural que permite reparar fácilmente la madera cuando sufre algún daño. El barniz cierra el poro de la madera, creando una capa de protección, a diferencia del aceite, que es absorbido por la madera. Lo barnices pueden ser satinados o mates. Actualmente, son tendencia los barnices mates o, incluso, extramates, que confieren a la madera el aspecto de los suelos aceitados.
Las maderas barnizadas son más resistentes que las aceitadas y precisan menos mantenimiento. Sin embargo, esto no debe ser un obstáculo para escoger una madera aceitada puesto que, hoy en día, los aceites de mantenimiento son de una magnífica calidad y resistencia y se pueden aplicar con facilidad por uno mismo, sin tener que recurrir a un profesional. Con un mantenimiento adecuado, disfrutaremos de un suelo eterno.
Por lo que respecta a su instalación, la colocación de una madera maciza es un trabajo arduo y complejo que debe encomendarse a un buen profesional. De nada serviría elegir un producto de una altísima calidad sino exigimos el mismo nivel en su colocación. Lo primero que se debe procurar es una superficie adecuada, limpia, seca y perfectamente nivelada. La instalación se puede realizar sobre rastreles o pegada directamente a la solera.
La instalación de la madera maciza clavada sobre rastreles es la forma más tradicional de colocación de la misma. Las tablas se clavan sobre rastreles de madera que, a su vez, se clavan o se pegan sobre una solera firme y bien nivelada. Las tablas se instalan en crudo y, una vez colocadas, se lijan y se les aplica un aceite o barniz protector. Este sistema tiene la ventaja de que aísla la madera de posibles filtraciones de humedad, al crear una cámara de aire y, al dejar un hueco entre los rastreles, permite salvar algún desnivel del forjado. Sin embargo, hoy en día, apenas se recurre a este tipo de instalación ya que es lenta, obliga a elevar mucho el suelo, dejando importantes desniveles con otros solados de la vivienda, el efecto acústico de la pisada es notablemente más sonoro que la instalación pegada y ha de ser realizado por un profesional altamente cualificado.
Por el contrario, la instalación pegada directamente sobre la solera, es rápida, con una pisada silenciosa y que aumenta la estabilidad de la madera. En este caso, se utilizará un adhesivo de poliuretano especial para madera, que sea elástico para permitir las contracciones y dilataciones propias de la madera natural. El tipo de pegamento dependerá tanto del tipo y formato de la madera como de la superficie sobre la que se vaya a instalar.
Finalmente, por lo que respecta a su mantenimiento, la limpieza habitual debe hacerse con productos adecuados, que cuiden y prolonguen la vida de la madera. Cada cierto número de años, dependiendo del uso y de los cuidados que le hayamos dado, será necesario un cuidado más exhaustivo, mediante un lijado o acuchillado y barnizado o aceitado posterior, realizado por un profesional, para que nuestro suelo de madera luzca igual de espléndido que el primer día. La calidad de los productos de acabado que existen hoy en día unido al cuidado que nosotros mismos apliquemos a nuestro suelo de madera pueden conseguir que no necesitemos repararlos hasta que hayan transcurrido muchos años desde su colocación inicial. La cantidad de madera noble que tenga nuestro suelo determinará las veces que se puede reparar. Un motivo más para que la madera maciza sea una elección perfecta.
En Pavimentos Arquiservi te vamos a asesorar con todo lo que necesites para que elijas la madera maciza que más se adapte a lo que buscas y, sin duda, también podemos instalarla. Ven a visitarnos y conoce el material más puro y sofisticado de la naturaleza para tu hogar.
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