¿Quieres saber si el césped artificial que has elegido es de calidad?
Te damos las claves que distinguen un césped de alta gama de uno básico:
Similitud con el césped natural:
El color, el grosor, la densidad de las puntadas, la altura y el brillo marcan la diferencia. Los modelos muy brillantes, así como aquellos que están compuestos únicamente por filamentos de un solo tono, no quedan naturales.
Durabilidad del color:
Un buen césped artificial está estabilizado para resistir la decoloración que producen las radiaciones solares, evitando la pérdida de color y el deterioro mecánico de sus fibras.
Recuperación de la verticalidad:
Si las fibras son planas, enseguida el césped quedará aplastado. Sin embargo, si cuentan con un nervio central o están extrusionados con alguna forma -en C, V o W-, recuperarán su verticalidad sin problema.
Base del producto:
Para comprobar su calidad, también hay que mirarlos por su parte inferior. Los modelos de alta gama, tras ser tejidos, reciben en el dorso del backing una capa de látex o poliuretano, asegurando que no se desprendan los filamentos y otográndole mayor fuerza a la pieza.