Un tablero está formado por fibras de madera. La calidad de la madera y la presión a la que se compactan determina la densidad del mismo y que podamos hablar de tableros HDF ( alta densidad ) o MDF ( densidad media ). Existen en el mercado tableros desde 600 kg/m3 hasta más de 900 kg/m3. La densidad influye en la estabilidad y en la resistencia al hinchamiento de nuestro suelo provocada por los cambios de temperatura, la humedad, etc. Un tablero con poca densidad se puede llegar a deformar como una masa. Sin embargo, un tablero con una buena densidad tendrá un buen coeficiente de dilatación, mejor estabilidad y mayor resistencia al impacto. Un tablero realizado con madera de buena calidad y con poco poros internos significará también que será más resistente a la humedad provocada por el fregado.

Es importante que tengamos esto en cuenta para saber que un laminado de 8 mm puede ser mejor suelo que uno de 12 mm. De hecho, la mayoría de los suelos laminados tienen 8 mm de espesor y los grosores de 12 mm se suelen utilizar cuando se necesita conseguir altura, por ejemplo, al retirar un suelo de madera existente.
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