A lo largo de la historia, alrededor del mundo, también hemos tenido una afinidad, le hemos infundado este término a distintos seres, esos que no podemos ver, no podemos tocar, pero a quienes les damos la atribución de la creación, de lo que sucede a nuestro alrededor, incluso, de lo que somos.
Los Dioses son parte de nuestra cultura, de un legado, una creencia o un pasado incierto. Sin duda, sabemos de ellos y creemos que están ahí porque comprendemos que la realidad es palpable cuando tenemos la convicción de que hay algo más… ¡Eso es Arquifloor! Es parte de nuestra vida, es quien nos acompaña en cada paso, es una realidad que podemos percibir, tocar, sentir y hasta oír, pero que, aun sin ser algo efímero e impalpable, podemos atribuirle la “grandeza”, el poder de generar un cambio en nuestras vidas, ¡ser una inspiración!

No existe nada más perfecto que un Dios que, aunque no podamos conocer su forma real, así es ante nuestros ojos. Arquifloor se presenta como la perfección, el detalle, lo misterioso, la fortaleza, lo apasionado y lo supremo, porque no se trata de un suelo más, es un suelo “inmortal”. Leer Menos