Los suelos autoportantes son pavimentos vinílicos heterogéneos, que se presentan normalmente en formato losetas y que se instalan en oficinas, locales, centros de formación, etc. sobre los suelos técnicos elevados, como acabado final.
Suelos autoportantes: ideales para oficinas
Para ello, no se emplean pegamentos (de ahí que se llamen autoportantes, ya que por su propio peso quedan instalados), aunque sí se suele aplicar una fina capa de fijador que asegura que las losetas no se desplacen. De este modo, se pueden levantar fácilmente para acceder al cableado y las tuberías que pueda haber debajo del suelo y volverlas a colocar en su sitio.
Ventajas de los suelos autoportantes:
-Actualmente, se presentan en una amplia gama de diseños. Como decíamos antes, su formato suele ser en loseta, pero ya los encontramos también en lamas y en puzzle. Con acabados minerales, en madera, textiles, etc.
– Su instalación es fácil y rápida. De hecho, ahora han lanzado una nueva colección que no necesita ni siquiera fijador, que es la gama Autoinstalable, que podéis encontrar en Pavimentos Arquiservi, tanto para uso domestico como comercial.
-También se pueden instalar sobre suelos normales (no elevados), porque al fin y al cabo, son suelos vinílicos de alta resistencia al desgaste, que suelen llevar tratamientos de superficie que facilitan su mantenimiento, y que los hacen perfectos para bares, locales comerciales, etc.
Por tanto, es el tipo de suelo ideal para la terminación de suelos elevados y para proyectos de gran envergadura en los que se necesita un vinílico resistente.