Instalar un suelo nuevo tiene desafíos importantes, por ejemplo la necesidad de ajustar la altura de las puertas y marcos. Con ciertos tipos de pavimentos existe el riesgo de roces, lo que afecta la funcionalidad y, a la larga, la estética. Por eso, te enseñamos cómo rebajar la puerta para la tarima flotante.
Tabla de Contenidos
¿Por qué es esencial rebajar puertas y marcos?
Una de las características principales de la tarima flotante es que se puede instalar sobre el pavimento existente. En consecuencia, el nivel del suelo sube algunos centímetros, provocando roces entre este y las puertas.
Esa fricción que se genera dificulta el movimiento de la puerta y puede llegar a dañarla. De igual manera, la tarima queda expuesta a posibles rayones y desgaste prematuro.
Por lo tanto, es importante prestar atención a este ajuste, en especial si vas a instalar tú mismo el suelo; si lo hace un profesional, debe saber cómo actuar ante este inconveniente.
Ajustar la altura de las puertas permitirá que abran y cierren con facilidad, evitando así daños tanto en la puerta como en el nuevo suelo. Además, garantiza un acabado profesional al trabajo.
Beneficios: dilatación, estética y buen cierre
Los beneficios de rebajar la puerta para la tarima flotante incluyen:
- Permite la correcta dilatación de la tarima, lo que evita posibles deformaciones o levantamientos a causa de la presión en el suelo.
- Contribuye a una estética impecable, al eliminar los roces entre la puerta y el suelo.
- Garantiza un cierre suave y completo de la puerta, evitando corrientes de aire y mejorando el aislamiento acústico.
Herramientas necesarias
En caso de que instalar un suelo sobre otro obligue a rebajar las puertas, es importante tener todas las herramientas a la mano. Así es posible realizar esta tarea con precisión. A continuación, explicamos lo que necesitarás.
Lápiz y plantilla de tarima
El lápiz será necesario para marcar la línea de corte. Mide la puerta abierta y cerrada para determinar con mayor precisión dónde debes cortar.
Si aún no has instalado el suelo, asegúrate de tener una muestra de la tarima flotante para determinar la altura exacta a rebajar.
Cepillo eléctrico
Es una de las herramientas más útiles para ajustar la altura de las puertas. Con un cepillo para madera puedes hacer el ajuste completo, aunque te llevará más tiempo que otras herramientas. También lo puedes usar para dar el acabado final.
Si bien puedes rebajar una puerta sin cepillo, esta es una de las herramientas más recomendadas. Puede ser manual o eléctrico.
Rebajadora de puertas/marcos
La rebajadora puede facilitar mucho la labor porque no siempre será necesario quitar la puerta para hacer el corte. Con esta herramienta no solo puedes cortar las puertas, sino también los marcos.
Sierra
Una sierra circular con guía te permitirá hacer un corte recto y limpio. De esta manera, minimizas el riesgo de astilladuras y aseguras un resultado profesional.
Caballetes y aspiración
Aparte de las herramientas de corte, es útil tener un caballete en el que apoyar la puerta para poder realizar el trabajo. Es imprescindible, por ejemplo, si vas a trabajar con una sierra de inmersión.
Por otra parte, un sistema de aspiración reduce la dispersión de polvo y virutas, manteniendo el área de trabajo limpia.
Tipos de puertas y cómo tratarlas
El proceso varía según el tipo de puerta que vayas a rebajar. Esto incluye el tipo de material, si tienen cerradura de seguridad, o si son macizas o huecas. A continuación, explicamos cómo tratarlas según sea el caso.
Puertas interiores
Las puertas de interior macizas son pesadas y es importante tener en cuenta que estás trabajando con madera sólida. En este caso, la mejor alternativa es cortar la puerta de madera con una sierra circular para conseguir un corte limpio y uniforme.
Si es hueca puedes optar por una sierra de calar con una hoja de dientes finos para minimizar el riesgo de dañar la chapa exterior. Es posible que necesites rellenar el borde con un listón de madera para darle solidez después del corte.
Puertas correderas
En este caso es posible que puedas ajustar la altura sin cortar la puerta. Las puertas correderas tienen un mecanismo en la parte superior que permiten elevarla sin mayor dificultad.
Si esto no es suficiente, es posible que tengas que quitar la puerta y lijar la parte inferior.
Puertas de entrada macizas
Estas puertas son más grandes y pesadas que las de interior. Además, las hay de madera y otros materiales como aluminio. Para cortarlas es preciso usar herramientas eléctricas. Si no te atreves a hacerlo tú mismo, consulta con un profesional.
Después de hacer el corte, debes proteger el borde cortado con pintura o barniz para evitar la humedad.
Puertas con cerradura de seguridad
Marca la línea de corte con precisión y utiliza una sierra con una hoja adecuada para madera o metal, dependiendo del material. En este caso debes estar atento a no dañar el mecanismo de seguridad al rebajar la puerta.
Puertas blindadas
Este tipo de puertas tiene una chapa metálica que las recubre. Por lo tanto, lo mejor es que lo dejes a cargo de un profesional, al menos que tengas las herramientas y conocimientos necesarios.
Proceso de marcado y ajuste
Después de identificar el tipo de puerta y determinar la mejor técnica de corte, pasa al proceso de marcado y ajuste.
Medir y marcar
Lo primero será medir la altura de la tarima flotante, incluyendo cualquier subcapa que vayas a colocar. Con esta medida puedes determinar el espacio que necesitas entre la puerta y el suelo.
Según esa medida, y con la puerta cerrada, marca la línea de corte. Luego abre la puerta para verificar que la línea tenga la altura deseada.
Recomendaciones de margen
Recuerda dejar un margen de al menos 1,5 a 2 cm entre la puerta y el suelo. Esto permitirá que la puerta se abra y cierre sin rozar la tarima.
Comprobación y ajuste final
Prueba con lama de tarima y base
Después de rebajar la puerta, coloca una lama de tarima flotante junto con la base aislante en el suelo. Abre y cierra la puerta para verificar que no roza con la tarima; si lo hace, rebaja un poco más la puerta y repite la prueba.
Verificar funcionamiento de cerradura y bisagras
Además de comprobar la altura, tienes que la cerradura y las bisagras encajen bien en su lugar. Abre y cierra la puerta varias veces para comprobar que la cerradura funciona y que la puerta se mueve sin problemas.
Si es necesario aprieta los tornillos de las bisagras y ajusta la placa del marco de la cerradura.
Sigue estos pasos para rebajar la puerta para la tarima flotante. Aunque es posible que lo puedas hacer tú mismo, quizás requieras ayuda profesional en algunos casos.