El baño es una estancia que además de usarse puntualmente, suele generar mucha humedad a consecuencia del uso del baño o de la ducha.

Por supuesto, el uso de superficies que aguanten estas inclemencias no está reñido con un diseño agradable.

Desde paredes discretas a suelos llamativos hasta ambientes equilibrados con personalidad y lejos de ser aburridos.

No en vano, la reforma en los hogares cuentan con el cuarto de baño como estancia estrella: bien para realizar nuevos o bien para cambiar la bañera por un plato de ducha.

Azulejos: la solución más común

Ahora mismo es posible encontrar geometrías simples o diseños más marcados e intensos, también en los suelos hidráulicos.

En el caso de que el cuarto de baño sea pequeño, un diseño que dé una sensación de amplitud y lavabos suspendidos será la mejor opción.

Ahora bien, también puedes optar por un suelo vinílico o suelo laminado resistente al agua.

Suelos vinílicos o laminados

Cada vez comienzan a verse con más frecuencia otras alternativas resistentes al agua y a la humedad.

Esto se debe a que son alternativas más económicas, pero también con diversos acabados que casan con distintos estilos.

De esta manera, un estilo industrial, rústico o nórdico requieren otros tipos de acabados. Solución que ofrecen estos pavimentos.

¿Tienes bañera?

En estos casos, lo habitual es elevar el diseño del suelo mediante el faldón de la bañera.

Generalmente, la bañera suele estar disponible en casas en las que hay niños pequeños, hogares que buscan un diseño más lujoso y detallado, o bien por aquellos que disponen de algo más de tiempo y optan por relajarse con un buen baño.

Leer  ¿Cómo elegir un suelo vinílico?

Por ello, lo importante en estos casos es ajustar la elección al tamaño del baño, generalmente en aquellos con grandes espacios, y optar por unas formas acorde con el lavabo y generen cierto contraste con el suelo y el resto del mobiliario.

Errores que debes evitar en tu cuarto de baño

  • Ventilación, humedad y olor.
  • Olvidarse del diseño del techo
  • No utilizar el espacio de manera vertical.
  • Mezclar texturas y formas que generen el efecto contrario al que se busca y rompan el diseño del resto de estancias.
  • Iluminación deficiente